Una relación cuckold fracasada...

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Me apunto para eso de analizar la situación en equipo, si te place.

Cabe la posibilidad de que, efectivamente, todo haya sido un plan para "amarrarte". Sin embargo, considera la posibilidad de que aquella disposición de ella para realizar "tannnntas locuras" fuera real y producto de la calentura del enamoramiento que quizá hubo entre ambos.

Tienes pues, entre A) que tu mujer es una depredadora fría y calculadora, capaz de mentir para atrapar a su presa, o bien, B) que es una mujer que, como cualquier otra permistera, está sujeta al vaivén de sentimientos, gustos, deseos, anhelos, etc.

Si estás seguro de que encaja en el caso A), realmente no le veo sentido a que trates de salvar una relación que está cimentada en la mentira y el engaño. En este caso deberías cerrar de la mejor manera posible este episodio de tu vida y dar vuelta a la página para enfocarte hacia otra relación. Pero si consideras posible el caso B) (es lo más probable, porque la mayoría de las permisteras no vamos por la vida viendo a quién joder), entonces vale la pena que intentes salvar la relación.

Pero salvar la relación no es someterte a los nuevos deseos y anhelos de tu mujer, ni tampoco que ella se someta a los tuyos. Se debe encontrar un equilibrio. Ambos tienen que hacer una autocrítica y reconocer sus errores. Tú, quizá, el de no haber sido todo lo transparente que se necesita (una relación "open mind" debería basarse en la sinceridad, si tuviste una relación por fuera, ella debió estar al tanto); ella, el error de no ser hoy la misma mujer de mentalidad abierta que en su momento fue o dijo ser.

Ella debe saber que el éxito de una relación no depende de si ésta se desarrolla bajo cánones tradicionales o no, sino del entendimiento mutuo. Efectivamente, hay muchas parejas liberales que terminan fracasando, pero igualmente hay muchas otras parejas de mentalidad abierta, que mister mucho más felices que el promedio de las parejas que llevan una vida "normal".

Pueden escoger ser una pareja "conservadora", como ella parece desear. Pueden escoger ser una pareja "liberal", como tú deseas. Sin embargo, pueden también elegir una ruta intermedia, lo que podríamos llamar una pareja "traviesa". Llevar una vida "normal" para lo público, por ejemplo, pero en la intimidad darse ciertas libertades, algo de fantasía, algo de realidad, logrando así el equilibrio necesario para que ambos aspiren a la felicidad.

En fin, es sólo mi opinión, espero sirva de algo.

Saludos.
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Efectivamente, amigo Pedro, tu tema es atípico para este sitio, pero no por eso menos interesante. Te aseguro que tu caso es el de la gran mayoría de los matrimonios de hoy en día si lo definimos como "diferencia de expectativas en el plano sexual dentro de la pareja". Si los aficionados a la temática cornuda atendemos también experiencias como la que nos compartes, incrementamos la probabilidad de éxito en futuras vivencias. Hay tantos otros asuntos que solemos eludir en este tipo de sitios para no pasar por "aguafiestas" o "aburridos", pero cuyo análisis o discusión pueden ser muy favorables.

Es muy positivo que consideres que tu esposa no cae en la opción de "fría y calculadora". Siendo así, creo que hay margen de maniobra para salvar la situación.

Ciertamente, uno no se casa sólo para tener sexo, es bueno que tengas eso claro, aunque también vale la pena no perder de vista que sin bien el sexo no lo es todo, sí es un factor muy importante en la relación, de manera que conviene no apartarlo.

Coincido en que el "equilibrio" que planteo tiene visos salomónicos, pero no creo que eso sea algo negativo. De hecho, pienso que no hay otra forma sana de acercar dos posiciones encontradas, que la que hace que ambas partes cedan algo en favor de la otra. Si ella te ama, si tú la amas, ¿por qué no intentarlo?

No se trata de llegar a un acuerdo en el que ambos se digan dispuestos a hacer cosas que no les atraigan, les aburran o les repugnen, sino todo lo contrario. Te comparto una dinámica que quizá pueda ayudar:

1) Haz una lista de actividades sexuales que te gustaría realizar incluyendo TODO lo que te apetezca. Quizá quieras hacer una convocatoria en este mismo hilo, para que tus "compañeros de depravación", aquí presentes, aportemos ideas, dando así respuesta a tu pregunta de "¿cuáles libertades?".

2) Invita a tu esposa a que haga su propia lista en la que igualmente incluya todo lo que le apetezca. No suele ser esto tarea fácil porque para ellas desinhibirse suele ser más difícil. Te puede decir "es que yo no tengo fantasías" o algo similar. En tal caso ofrece ayudarle para hacer su lista entre los dos, por ejemplo, buscando en Internet "fantasías comunes en las mujeres".

3) Intercambien listas y califiquen cada elemento de la lista de su cónyuge como 1) ACEPTADA , 2) POSIBLE o 3) DESCARTADA

4) Une ambas listas y de esta unión genera tres nuevas listas: A) la de aquellas cosas que fueron marcadas como ACEPTADA, B) las que fueron marcadas como POSIBLE y C) las "DESCARTADAS".

La lista A les dará un buen punto de partida para realizar cosas interesantes en el corto plazo.

A partir de la lista B pueden tener buenas pláticas eróticas en las que definan las condiciones o circunstancias que harían pasar cada elemento de la lista B a la lista A.

La lista C te puede dar más de una decepción, pero no te preocupes, pues con el tiempo las permisteras solemos cambiar de opinión. Recuerda aquello de "no digas de este agua no he de beber" y confía en que algo que hoy tu mujer descarta, es posible que en un futuro lo desee. Así que no veas lo que hoy es descartado como imposible, sino como algo que con el tiempo puede llegar.

Espero sean de ayuda estas ideas.

Un abrazo y...

¡¡¡ FELIZ 2011 A TODOS LOS COMPAS DE HABLA HISPANA DE CUCKOLD.COM !!!
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Vaya que la suerte no está de tu lado en estos momentos, amigo Pedro. Pero ánimo, que como dijo alguien alguna vez "a veces hay que pararse bajo la lluvia, pero de todos es comenzar otra vez".

Dinámicas como la que te propongo no mister necesariamente un juego para parejas novatas, algo que pueda verse como "propio de novatos", sino una opción que bien pueden realizar todas las parejas sin importar si nivel de madurez. Sin embargo, ciertamente es fundamental que ambos miembros lo vean como una oportunidad de acercamiento, y no como un juego ñoño.

Poniéndome en tus zapatos, hay por lo menos tres opciones ante ti:

1) Claudicar. Por todo lo que nos has compartido, más de uno pudiera pensar que tu mujer en realidad no te quiere, y cuando una de las dos partes no ama a la otra, no tiene sentido una relación. Sin embargo esta opción, que ya antes te había comentado, yo la dejaría como último recurso, una vez que comprobara que, efectivamente, el amor se ha ido.

2) Reconquistar. Es muy común que tras el matrimonio las cosas cambien mucho. La mayoría de las parejas pasan por una crisis una vez casados, porque suele ser muy distinta la situación de novios a la de esposos. Casi por regla general, hombres y mujeres solemos ser unos como novios y otros como esposos, porque siendo novios hacemos todo por lograr la conquista, pero una vez con el trofeo en la repisa, dejamos la actitud de conquista y pasamos a un estado de pasividad (o, por lo menos, somos menos proactivos). Todo esto de manera subconsciente, por supuesto. Si deseamos revertir esto podemos intentarlo volviendo al estado de conquista. Ve a tu mujer no como tu esposa, sino como tu novia. Trata, con acciones, de ser el tipo de quien se enamoró, quizá eso haga que la mujer de la que te enamoraste aparezca de nuevo.

3) Disfrutar. El entorno y nosotros mismos vamos cambiando inevitablemente a lo largo del tiempo. Es natural que haya momentos en los que no estemos a gusto con ciertas circunstancias que vivimos en un momento dado. Ante esto, podemos intentar cambiar las cosas (como en los puntos 1 y 2), pero también podemos adaptarnos a la nueva situación y disfrutarla, en vez de sufrirla. Verle el lado positivo y, como hacen los judokas, usar a nuestro favor la fuerza que se aplica en nuestra contra. Es algo muy "loco", que no te mencionaría si no estuviéramos en este sitio, pero dado que aquí estamos... nota que una mujer como la que aparentemente hoy es tu esposa es el sueño de muchos: autoritaria, sexy, independiente (alguien que le dice al marido "me vestiré como me dé la gana" sin duda es todo esto y más). De manera que una opción es que te sintonices con su nueva forma de ser. En vez de ofenderte y pedirle que se vista como monja, disfruta cuando se vista sexy y despierte en otros el deseo. Si te limita el sexo, por ejemplo... observa cuántos hombres disfrutan de mujeres que hasta candados de castidad les ponen. Por supuesto que no a todos mola esto pero, como te digo, es una opción que quizá valga la pena que tomes en consideración.

En fin, mucha suerte, amigo Pedro, y esperemos que si el 2011 se pone negro con tu mujer, sea más por lo racial que por lo otro
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Es bueno eso de aprovechar las condiciones adversas para extrañar a la pareja, como también ayuda eso de darse tiempo para estar con uno mismo. No por nada los sexólogos suelen recomendar esos momentos de intimidad a solas, tanto para ellas como para nosotros. No es cosa de preferirlo así, sino de tomarlo como una opción más dentro del amplio abanico que forma el menú sexual.

Por cierto, acerca de tu adicción al porno (que, estoy seguro, a diferentes niveles compartimos muchos por aquí), sería muy interesante que nos comentaras lo que te han dicho los profesionales que has consultado al respecto. Es decir, es evidente que pasar tiempo excesivo en toda actividad es negativo, ¿pero te han comentado otros riesgos del porno? Mera curiosidad "científica" jajaja.

Creo que es un triple acierto que 1) hayas reconocido como *****il (quizá también sea machista) esa idea de pretender restringir la ropa de tu mujer, 2) hayas comprendido que te estarías negando a ti mismo un gusto y 3) se lo hayas dicho. Te felicito.

Sobre el ADN... interesantísimo... supongo que sí existe la predisposición a los cuernos como un factor genético y, como tal, depende del entorno y las circunstancias la intensidad con la que esta inclinación se dispara en un momento dado. Por ejemplo, si alguien con buena predisposición para los cuernos se hace pareja de una chica muy sensual y traviesa, es posible que la inclinación cornuda se estimule y desarrolle con peculiar alegría. Lo contrario en el caso de que la pareja sea una chica poco dada a las travesuras.
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